The invisible band de Travis cumple 20 años

Travis

The invisible band

Epic (2001)

Localízalo en la Biblioteca

 

«A lo largo de sus más de 20 años de trayectoria, Travis ha sido reconocida como una de las agrupaciones más sencillas y humanas de la escena; un grupo al que no le interesa el estrellato ni la fama, sino el solo hecho de hacer canciones y compartirlas con su público. Por eso, mucha gente conecta con su discurso; te invita a reflexionar y, sobre todo, te invita a vivir en medio del caos que significa el estar vivo. Y fue a partir de The Invisible Band que Travis comenzó a tejer esta manera de ver la vida y la música misma, pues dos años atrás se habían ganado un lugar y el reconocimiento mundial y, con él, la tan abrumadora fama.»

IndieRocks

 

Travis – Sing

 

En junio se cumplieron veinte años de la publicación de este disco, el tercero de la banda escocesa Travis, y seguramente el más exitoso y reconocido. En su momento fue top ventas en Reino Unido y alcanzó bastante popularidad gracias a hits como «Sing». Producido por Nigel Godrich, habitual de Radiohead, The invisible band supone la consolidación de Travis, cuya aparición pocos años antes coincidía con la decadencia del britpop dominante durante la década de los noventa, además de anticipar el sonido de grupos como Coldplay o Keane.

Sigue leyendo

20 años de Parachutes, el debut de Coldplay


Coldplay

Parachutes

Parlophone (2000)

Localízalo en la Biblioteca

 

«Parachutes es un disco de tal belleza, coherencia argumental, profundidad y sentimiento que ha soportado impertérrito el paso del tiempo, resultando su escucha igual de emocionante dos décadas después de su aparición. Pero, sobre todo, es la obra de un grupo creíble, incluso cercano, alejado de toda esa parafernalia artificial que vendría después y que, a partir de «Viva la Vida Or Death And All His Friends», comenzó a desvirtuar el perfil artístico de Coldplay.»

Raúl Julián (MondoSonoro)

 

Coldplay – Trouble

 

Quién iba a decir hace 20 años, cuando apareció Parachutes, que Coldplay alcanzaría la dimensión que tiene en la actualidad, seguramente la banda de pop-rock más popular y mediática del planeta. Reconozco haber sido fan incondicional desde el principio, cuando escuché este disco, y luego confirmar mi fidelidad con el excelente A rush of blood to the head (de hecho, Clocks ha sido la melodía de mi móvil durante mucho tiempo). Pero a partir de sus siguientes trabajos (salvando X&Y y un poco de Viva la Vida) mi interés por ellos ha sido inversamente proporcional a su crecimiento como fenómeno de masas y dioses del mainstream. A veces, cuando veo imágenes de algunos de sus conciertos (espectaculares, desde luego) me cuesta distinguirlos de David Guetta o alguien similar.

Sigue leyendo