30 años sin Stevie Ray Vaughan

Stevie Ray Vaughan

 

«Stevie Ray Vaughan le dio tanta alma al blues que logró ponerlo de pie. Sus cinco discos Texas Flood (1983), Couldn’t Stand The Weather (1984), Soul to Soul (1985), Live Alive (1986) e In Step (1989) y una carrera de ocho años reescribieron el manual de la guitarra blusera que grandes artistas como Robert Johnson, Big Bill Broonzie, Elmore James, Muddy Waters, B.B. King, Albert King y hasta Hendrix habían creado. Venía de una tradición de blues blanco que tenía como figuras a Peter Green, Clapton, Johnny Winter y Mick Taylor. Y todos quedaron eclipsados por ese estilo francamente revolucionario, al punto que el mundo de la guitarra se sentó y tomó nota.»

Clarín.com

 

Stevie Ray Vaughan & Double Trouble – Crossfire

 

Hoy se cumplen justo 30 años del fallecimiento de Stevie Ray Vaughan en un accidente aéreo. El músico tejano, de tan solo 35 años, estaba inmerso en una exitosa gira y perdió la vida después de un concierto al estrellarse el helicóptero que le trasladaba a Chicago. Moría así la llamada «esperanza blanca» del blues, el artista destinado a revitalizar y renovar el género en la década de los 80, en plena era del tecno. Una pérdida enorme, teniendo en cuenta además que se encontraba en el mejor momento de su carrera.

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40 años del debut homónimo de Dire Straits

Dire Straits

Dire Straits

Vertigo (1978)

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«¿De verdad el tiempo pone a cada uno en su sitio? En lo que a pop y rock se refiere, cabría discrepar: Dire Straits, un grupo que en los ochenta levantaba las pasiones más exacerbadas y parecía destinado a la más elevada canonización, hoy es un claro ejemplo del significado de anticool (que no molan, vamos). Cualquier despistado que ose elogiarlo en público se expone a un raudo sopapo de desaprobación: hay que ser viejuno, estar fuera de onda o, simplemente, tener un buen gusto a prueba de bomba para defender las bondades de este y otros grupos de los setenta y ochenta. ¿Por qué? Vale, la negación de lo inmediatamente anterior es intrínseca al rock, pero, en perspectiva, Dire Straits fue una banda solvente y divertida, liderada por un tipo que se las ingeniaba para cantar como Bob Dylan y tocar la guitarra como los dioses, con un sonido ajeno a las modas y un don especial para arrastrar a las masas. Prejuicios aparte, Dire Straits podrían gustar a cualquiera, incluso a los modernos más recalcitrantes.»

Miguel Ángel Bargueño (El País)

 

Dire Straits – Sultans of swing

 

Pues a mí me gustan, no me escondo, ya sé que me expongo al escarnio público. Llevo varios años leyendo y escuchando en medios de cierto prestigio cómo se menosprecia y ridiculiza a grupos y artistas a los que se considera ajenos a la modernidad, especialmente de las décadas de los 70 y 80. Grupos que desarrollaban un tipo de pop-rock comercial sin riesgos, y que además se sustentaron en la promoción visual de la MTV y los inicios del compact disc como soporte. Eran los tiempos que les tocó vivir. Quizás Dire Straits no sean un ejemplo de innovación y creatividad, pero consiguieron aportar un sonido bastante reconocible, no exento de calidad, que les otorga un lugar en la historia del rock. Ya veremos qué ocurre con muchos de los modernetes clonados que nos iluminan en la actualidad.

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