Una forma de crear clases más activas: flipped classroom

¿Te gustaría que tus estudiantes estuvieran más activos en el aula? ¿Crees que sería positivo fomentar la autonomía y la implicación del alumnado? Te hablamos en esta entrada de cómo el Flipped Classroom o «Clase Invertida» puede potenciar el trabajo en el aula y la autonomía de los estudiantes en el contexto universitario.


El Flipped Classroom o clase invertida es un modelo educativo que reorganiza y redistribuye los tiempos y las actividades a realizar por el docente y los estudiantes dentro y fuera del aula.

En el año 2000, los autores Maureen J. Lage, Glenn J. Platt y Michael Treglia publicaron un artículo hablando sobre el proceso de «invertir el aula», en el cual señalaban que:

Invertir el aula significa que los eventos que tradicionalmente han tenido lugar dentro del aula ahora tienen lugar fuera de ella y viceversa.

Aunque fue en años posteriores cuando se popularizó el término de mano de otros autores, este modelo de enseñanza surgió, principalmente, para facilitar el seguimiento de los contenidos a aquellos estudiantes que en determinados momentos no podían asistir al aula. Para ello, normalmente, los docentes grababan vídeos con ciertas explicaciones y facilitaban materiales al alumnado ausente. La consecuencia fue que los vídeos y materiales no solo resultaron ser útiles para estos estudiantes, sino que se dieron cuenta que el resto del alumnado lo utilizaba con frecuencia para trabajar la asignatura o prepararse los exámenes.

De esta forma la clase invertida supuso que:

  • La tarea del profesor/a de explicar el contenido de la materia en clase se transforma en materiales que el alumnado trabaja fuera del aula.
  • Por el contrario, la tradicional tarea en la que los estudiantes trabajan las actividades fuera del aula pasa a ser llevada a la propia clase.

Es decir, el alumnado visiona, lee y trabaja las explicaciones y el contenido teórico en casa a fin de que el tiempo de clase sea invertido en realizar actividades prácticas, compartir dudas, generar debates, crear actividades grupales, resolver problemas… 

Este modelo genera, principalmente, los siguientes cambios:

  • Cambios en las funciones y rol del docente, puesto que se sitúa más como facilitador que como instructor y único conocedor de los contenidos.
  • Cambios en los hábitos de los estudiantes en cuanto a cómo abordar la asignatura.
  • Cambios en la gestión de la clase, puesto que esta pasa a ser eminentemente práctica y activa.

Teniendo claro estos cambios hay que ser conscientes que la clase invertida NO significa que el trabajo de los estudiantes consista en ver vídeos en casa, que el profesor/a pueda ser sustituido por vídeos o materiales o que los estudiantes trabajan sin una estructura y guía.

La clase invertida pretende utilizar mejor el tiempo de clase aumentando la interacción de los estudiantes en la misma, generar en el aula actividades participativas y, entre otras cuestiones, potenciar la autonomía del alumnado haciéndole consciente y responsable de su propio aprendizaje.

 

¿Has utilizado alguna vez este modelo educativo?

¿Crees que puede ser útil para tus clases?

 

¡Te animamos a que conozcas más sobre ello y si tienes dudas solo tienes que escribirnos a uc3mdigital@uc3m.es!

 

Artículo citado:
Lage, M. J., Platt, G. J., & Treglia, M. (2000). Inverting the Classroom: A Gateway to Creating an Inclusive Learning Environment. The Journal of Economic Education, 31, 30-43. http://dx.doi.org/10.2307/1183338

 

 


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