Homenaje al libro

Nature morte aux livres - Triptyque de l'Annonciation d'Aix - Rijksmuseum

El día 23 de abril celebramos el día del libro. La fecha fue elegida por la UNESCO porque ese día, pero del año 1616, murieron Cervantes y Shakespeare. Sin embargo, parece que Cervantes murió en realidad un día antes y que Shakespeare lo hizo unos cuantos días después: fiel a su tradición de usar sistemas diferentes para la medición de las cosas (¿o los diferentes somos nosotros?) en Inglaterra usaban otro calendario en esa época.

¿Por qué lo celebramos? Estamos tan rodeados de información que quizá no seamos conscientes de la importancia de los libros en nuestras vidas. Incluso quien nunca haya leído a Cervantes o a Shakespeare, reconoce a un soñador como Don Quijote, sufre con el destino trágico de Romeo y Julieta o puede tener el mismo sentido práctico de Sancho Panza. Los libros han transmitido nuevas ideas a lo largo de los siglos o han redescubierto algunas antiguas y olvidadas. En épocas convulsas algunos libros han representado un peligro para el poder establecido y para contrarrestarlo, se recurrió a la censura, a los índices de libros prohibidos e incluso a su quema pública. Así, el propio Cervantes nos cuenta en el Quijote cómo desaparecen de su biblioteca los libros que se considera que le hicieron perder el juicio.

Somos lo que leemos: en los libros hemos registrado nuestros pensamientos, nuestros sueños y nuestra memoria. Si nos remontamos al comienzo de nuestras vidas, asociaremos el momento del sueño con una voz que nos leía un cuento. Si seguimos más adelante, veremos cómo la lectura se transforma en un ejercicio autónomo, pero  nuestra voz interior nos contará una infinidad de historias y nos sentiremos ligados para siempre a  las vidas de ciertos personajes:  El principito, Alicia, Tom Sawyer, Miguel Strogoff, Raskolnikov, José Arcadio y Aureliano Buendía, Guillermo de Baskerville, el León de Natuba, el comisario Montalbano, Gandalf y muchos otros…

En la Biblioteca creemos que los libros son imprescindibles, sea cual sea el soporte en el que se encuentren o la materia de la que traten: desde un manual de Derecho, Matemáticas o Historia a las grandes obras del pensamiento, desde un libro de C++ al Origen de las especies y desde la Odisea a una guía de viajes. En la Biblioteca habitan todas las ideas del mundo, pero no están aquí para permanecer aprisionadas, sino para llegar hasta cada uno de nosotros y ayudarnos a construir las que nos guiarán hacia el futuro.

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