Al igual que el amor los libros también habitan en ciertos lugares de la biblioteca, tienen su propio “domicilio” que os permite localizarlos, sin lugar a dudas, cuando los necesitáis. El “domicilio” de los libros lo indica cada uno de ellos en lo que nuestra jerga bibliotecaria denomina tejuelo y signatura. Tal como decíamos en nuestro primer post, uno de los objetivos del blog es aclararos esa jerga explicando algunas de sus palabras. Vamos a ello. A cada libro le corresponde, dentro de las estanterías, un solo lugar, un solo “domicilio”, y ahí debe estar cuando, tras la consulta en el Catálogo, os acercáis aLEER MÁS