Esta entrada parte de una anécdota que suele ser más frecuente de lo que pudiera parecer. A veces buscamos información en los sitios equivocados, obteniendo un resultado que pueden distar mucho de lo que queremos por la abrumadora cantidad de registros o porque los encontrados no se ajustan a lo que nos interesa.
Hace algún tiempo una persona, un estudiante, se me acercó en la biblioteca para preguntarme cómo podía encontrar un libro que, según Google, pertenecía a la biblioteca de la UC3M. Me extrañé un poco de la pregunta y le pedí que me mostrara la búsqueda con que llegó a ese resultado. Efectivamente, en el ordenador pude ver un montón de registros entre los cuales uno decía que el libro estaba en la Biblioteca de la Universidad Carlos III; ahora esta persona quería saber dónde y, si fuera posible, sacarlo en préstamo. Indagué si no conocía algún método mejor para localizar libros de la Biblioteca y me contestó que no, que siempre buscaba en Google.
Le expliqué sobre la marcha que teníamos un Catálogo para buscar nuestros documentos bastante más preciso que el método utilizado por él, buscamos el libro, vimos dónde estaba ubicado, verificamos que no estaba prestado y le enseñe a encontrarlo en la estantería y cómo pedirlo a otra biblioteca si no hubiera estado en nuestro campus. Creo que hasta quedó un poco sorprendido del resultado pero ya no puedo saber si después de esto cambió sus hábitos de búsqueda de información.
En la red es cierto que encontramos de todo, tanto que a veces nos cuesta reconocer la forma mejor y más sencilla de encontrar exactamente lo buscado, aunque la tengamos muy próxima.
Buscar la misma cosa en tres lugares diferentes puede dar resultados muy manejables o directamente imposibles de gestionar. Por ejemplo, el resultado de buscar la Ley de Propiedad Intelectual en el Catálogo de la Biblioteca, en nuestro Buscador (Buscar en todo) y en Google es, como puede verse en la imagen, totalmente dispar.
Es tan sólo un ejemplo para ilustrar la enorme diferencia de resultados. Ya sabéis que las búsquedas se pueden acotar o limitar para conseguir menos registros pero más pertinentes. Es importante, cuando queremos algo concreto, pensar antes en qué lugar es más conveniente buscar para ahorrar tiempo y mejorar el resultado.
