Hoy nos fijaremos en una de las ganadoras de la Palma de Oro en Cannes de la década pasada. Se trata de La Clase, de Laurent Cantet (Entre les Murs es su título original), que plantea incertidumbres sobre la educación moderna en Francia utilizando una mezcla de ficción y documental, en la que una clase de alumnos reales de instituto interactúa dentro de un desarrollo ficcionado, con situaciones establecidas, pero aportando sus propias personalidades y perspectivas. La película no tiene, de hecho, una trama sólida, más allá de las dificultades de comunicación entre un profesor y la clase de la que se hace cargo, y en ocasiones el flujo de esta narración se interrumpe para dejar a los alumnos expresarse por su cuenta de forma confesional.
La dificultad de comunicación no es una mera cuestión de desinterés estudiantil, sino que refleja una corriente de cambios sociales y culturales con los que el profesor tiene que lidiar como buenamente puede. Las cuestiones que se plantean ante este desafío son: ¿cómo se instruye en el ideal de pertenencia a la sociedad francesa (sustituible por cualquier país moderno) a una serie de personas procedentes de distintas comunidades, con identidades culturales muy distintas? ¿se pueden sentar unas bases de identidad y objetivos comunes? ¿deben prevalecer los principios sociales heredados o, por el contrario, es el sistema educativo el que se tiene que adaptar a los intereses de los alumnos? Todo esto apunta a cuestiones que afectan a toda la sociedad y que se pueden resumir en el conflicto entre la idea de la ideología universal y las subjetividades colectivas, un debate que sigue agitando el debate político en Francia.
Resaltamos esta película en la Semana de la Solidaridad por su especial inteligencia a la hora de plantear estos temas, y por su mirada aguda y crítica, a la vez que esforzada en la búsqueda del entendimiento.
Hugo Poderoso Silgado (alumno de la UC3M)