La edad de oro, por María G. Sánchez y Jaime G. Hernández, alumnos de 3er curso de Periodismo y Comunicación Audiovisual UC3M

Paloma-Chamorro
La edad de oro fue un programa musical emitido por TVE en la noche de los martes entre 1983 y 1985. Considerado como uno de los programas de culto de la cadena, se convirtió en el ejemplo perfecto de cómo un movimiento artístico, cultural y musical de la época como la Movida Madrileña podía dar lugar a dos horas de buena televisión.
Emitido por La2 de TVE, el programa era una muestra de las tendencias de carácter vanguardista y minoritarios que más se alejaban de los círculos comerciales de la España tardofranquista de la primera mitad de la década de los 80. Como maestra de ceremonias se situaba Paloma Chamorro, periodista madrileña que venía avalada por programas culturales como Galería (1973-1974), Trazos (1977) o Imágenes (1978-1981). Chamorro fue el alma de La edad de oro y aportó al programa la frescura de entrevistas cercanas, se nota que conocía personalmente a los personajes, la presentación de grandes actuaciones musicales y reportajes y, sobre todo, una estética y un peinado memorables.Si algo supuso La edad de oro fue una ruptura de todo lo establecido. No pretendía ser un programa políticamente correcto y no lo fue. Se buscaba dar voz a todos aquellos movimientos artísticos y musicales reprimidos por la cultura oficial del régimen dictatorial y a la vez huir de la moral ‘progre’ dominante en el país. Desde el estudio 1 de Prado del Rey, el equipo de La edad de oro transmitió a lo largo de sus dos años de existencia sus ganas de transgredir e innovar, aunque eso les acarreara críticas entre los sectores más conservadores.Una de las máximas del programa era la música en directo, mostrar a la gente cómo sonaban los grupos de verdad, nada de canciones enlatadas y grupos en playback. Buscaban captar lo efímero del momento, vivir el presente, que cada actuación fuese única y que La edad de oro fuese un escaparate abierto al mundo, en especial a Europa, desde el que poder enseñar que en España se podía crear cultura y contenidos televisivos de calidad.El espacio no dejó indiferente a nadie, provocando el aplauso de algunos y el rechazo de amplios sectores más conservadores. Tras cada emisión se sucedían los debates y el revuelo en la prensa sobre las condiciones en las que aparecían los entrevistados o las ofensas a las instituciones más férreas del país, lo que terminó minando a un formato único que nunca más volvería a repetirse.Pero la polémica no hizo sino convertir un programa minoritario en un fenómeno seguido de forma masiva. Algo que molestaba profundamente a su directora y presentadora y que supuso el principio del fin del programa. Por supuesto, a su éxito ayudaron las actuaciones en directo de artistas nacionales como Alaska y Dinarama, Loquillo y los Trogloditas, Pedro Almodóvar y Fabio McNamara o Radio Futura, entre muchos otros, y sobre todo las visitas –recordemos que cantando en directo– de artistas internacionales como Culture Club, Violent Femmes, Mary Wilson, The Smiths, Lou Reed o Spandau Ballet.La edad de oro es hoy un programa mítico de formato único que nunca más ninguna cadena se ha atrevido a recuperar. Quizá, a pesar de lo avanzada que presuponemos a la sociedad de hoy en día, la irrupción de un espacio como este sería demasiado transgresora y pondría de manifiesto las carencias y tendencias conservaduristas de la televisión nacional.

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