Nueva York, Manhattan, relaciones personales y sexo. Muy pocas series tienen, además de estos ingredientes, el estilo, el humor y la posibilidad de conectar con tantas personas como Sex and the City.Nació a finales de los noventa, concretamente en 1998, pero su enorme éxito lo cosechó en la primera década del nuevo milenio. Y es que así es Nueva York y esta serie que tan bien la retrata: son la combinación perfecta del siglo XXI.
Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) es una escritora que se encarga de una columna semanal para el periódico The New York Star centrándose en el sexo y el vasto campo que alberga todas las posibles relaciones entre hombres y mujeres. Carrie es un personaje autobiogáfico creado por Candace Bushnell, que publicó el libro Sex and the City basado en su propia columna en el New York Observer.
Cada capítulo es una reflexión desde muy diferentes puntos de vista sobre aspectos cotidianos de la vida en la gran urbe. Para ello utiliza su propia experiencia y la de sus tres amigas: Charlotte York (Kristin Davis) que es la más tradicional e inocente de las tres, Miranda Hobbes (Cynthia Nixon), práctica, leal y decidida, y Samantha Jones (Kim Cattrall), un alma libre que hace lo que siente y disfruta profundamente de su vida y su sexualidad sin importarle lo que puedan decir y pensar los demás.
La ‘filosofía’ con la que comienza la primera temporada es si las mujeres pueden disfrutar del sexo como los hombres, es decir, sin que se establezca un vínculo sentimental después de la primera relación, y por qué hay tantas mujeres solteras después de los treinta y tan pocos hombres disponibles y que valgan la pena. Si la serie fue pensada desde un punto de vista femenino, éste cambió a lo largo de las seis temporadas. Su éxito lo obtuvo primero entre las mujeres de treinta y tantos y con cierto nivel social (por cable en la HBO), luego vendría el resto de féminas, el público gay y, por último, todo el mundo en general. Y es que es relativamente fácil verse reflejado muchas veces en lo que les ocurre y sobre lo que reflexionan, dejando a un lado el alto nivel social en el que se mueven y por el que a veces la serie peca de ‘snob’.
La revolución de estas cuatro chicas independientes y urbanas se extendió aún más con dos películas (una en 2008 y la otra este próximo mayo de 2010). Era la primera vez que se acudía al cine en masa y no era porque en el cartel figurara el nombre de un apuesto y hermoso hombre de Hollywood. Esta vez era diferente. Era únicamente el turno de ellas, de las mujeres, con garra y sorprendiendo a la industria.
Aún así, para los verdaderos amantes de Sexo en Nueva York la esencia de la saga se concentra en las tres últimas temporadas de la serie. Además del sexo, el amor, el trabajo, las ilusiones y las decepciones… Sex and the city es una historia que se centra en la amistad, en esa familia ‘urbana’ que es la que tenemos cerca, la que nos escucha y nos aconseja, con la que compartimos tanto y la que nos hace sentirnos vinculados a una ciudad como Madrid, Londres o NUEVA YORK (la única). [for my friends…] Tanausú de la Fe, alumno de la Uc3m.
Promoción de Sexo en Nueva York (Cosmopolitan, 1′)
Me encantó el artículo y la serie es estupenda. ¡¡Cuántas buenas tardes me hicieron pasar esas mujeres!!
Una que agradece a los amigos las buenas recomendaciones.