¡Me encanta septiembre! Sí, pero no penséis que es porque me gusta volver al trabajo, porque me encanta la vuelta al cole o porque estoy deseando que se acabe el verano… No, a mí me gusta septiembre porque los kioskos se llenan de coleccionables. He de confesar que este año me han decepcionado un poco: no hay condecoraciones del mundo, ni cascos de Star Wars, ni casa de muñecas decimonónicas… Por eso, este año me he lanzado a idear mi propio coleccionable,  Bibliotecas del Mundo, que consta de las siguientes entregas: Fascículo 1 (ya sabemos que es el más importante y el que tiene queLEER MÁS

Hay gente que piensa que una vez que han terminado los exámenes y el verano llega con todo su esplendor, las bibliotecas de las universidades cierran, las colecciones sufren la canícula en soledad y los bibliotecarios nos encerramos en algún lugar a leer, que es la imagen que todo el mundo tiene de un bibliotecario (sí, ese señor o señora con gafas, moño y rebeca que pone sellos, manda callar y lee). Pero no es así, los bibliotecarios, respondamos o no a la imagen que se tiene de nosotros, dedicamos los días del verano a unas tareas muy particulares, a cosas que hacemos cuando nadieLEER MÁS

Quién quiere ser millonario es un título mucho más atractivo, pero  desgraciadamente sabemos poco sobre la jet set  y no somos conscientes de que alguna vez nos haya visitado alguno de sus miembros. De lo que entendemos un poco más es de  bibliotecarios, aunque comprendemos que no os resulte una profesión tan atractiva. Os presentamos aquí algunos ejemplos que podréis encontrar por bibliotecas reales o de ficción: Bibliotecario “chistoso”: no es ese que no para de hacer chistes como podría parecer por el título, sino el que no para de chistar a los demás para que se guarde silencio, a veces de forma tan ruidosa queLEER MÁS