«Reloj en lo alto de la sala de lectura. Algunos no llevamos. Por favor. Gracias» Esta es la petición que nos hacía un usuario en octubre del año 95 y no sólo nos pedía esto, sino que además nos hacía el siguiente dibujo: La idea era genial: un reloj panóptico que pudiera ser visto desde cualquier punto de la sala circular, lástima que colgar un artefacto así del techo planteara muchos problemas de mantenimiento y le tuviéramos que decir al usuario que no podíamos poner en práctica su idea. Sin embargo, fue una suerte que la sugerencia estuviera plasmada en papel y que alguienLEER MÁS

El nombre que damos a las cosas es muy importante, incluso hay una creencia que vincula el nombre con la propia existencia de lo nombrado. El caso es que los que llevamos mucho trabajando en bibliotecas hemos convivido con sistemas de gestión muy diferentes y con muy diversos nombres. En el principio, fueron las fichas y no necesitábamos llamarlas de ningún modo. Como mucho decíamos ”mira en el catálogo”, que solía ser un mueble enorme repleto de cajones, repletos a su vez de fichas de cartón ordenadas alfabéticamente en el caso de autores, títulos o materias o por la CDU (esa serie de números queLEER MÁS

Ahora que prácticamente hemos terminado con  la primera tanda de exámenes, queríamos compartir con vosotros el universo de seres que pueblan la Biblioteca en esta época. A lo mejor reconocéis alguno de ellos. El Fluorescentirraptor: ser que se adapta a diversos hábitats y que se caracteriza por una obsesión compulsiva por subrayar (o tachar) los libros de la biblioteca con rotuladores fosforitos. Nos encantaría que estuviera en peligro de extinción. El usuario invisible: no lleva vendas y su presencia es proporcional a la escasez de puestos de estudio. A determinadas horas sabemos que están allí porque hay un montón de cosas visibles en esos puestos,LEER MÁS

A veces  creemos que todo el mundo comparte la misma forma de ver y entender las cosas. Afortunadamente no es así, y eso hace la vida en general y la biblioteca en particular mucho más divertida. Aquí os dejamos algunas que nos dejaron o nos dejan ojipláticos. Querida María Moliner.  Así han encabezado las respuestas a las cartas de reclamación alguno de nuestros usuarios, confundiendo el nombre del edificio de una de las bibliotecas con el de alguien que trabaja en ella. Nos llena de ternura y satisfacción ese malentendido, pues ya quisiéramos nosotros parecernos a una bibliotecaria de tanta talla intelectual. He buscado un libro enLEER MÁS

El día 7 de abril de 2015 estuvimos cerca de una hora sin Internet, wi-fi  y demás artilugios diabólicos y nos dimos cuenta de la dependencia de las nuevas tecnologías que hemos desarrollado en estos años. Así que en este post vamos a hacer un homenaje a las cosas que han desaparecido de las bibliotecas (tecnológicas o no)  y que ni siquiera los bibliotecarios del Pleistoceno echamos de menos: 1. El catálogo de fichas: Estos catálogos llegaban a ocupar estancias enteras en las grandes bibliotecas y para ser actualizados disponían de  un aliado fundamental: un agujero que debía estar a una distancia de 7  mm delLEER MÁS

Seguramente que este título pueda provocar alguna que otra carcajada: ¿qué tendrá de emocionante una Biblioteca? A priori, es un conjunto de puestos de lectura,  y algún que otro ordenador…Vaya, un almacén de libros colocados en estanterías con sillas y mesas…   Pero…esas estanterías son como cajas de Pandora que invitan a guardar secretos. Hace poco tiempo descubrimos unos mensajes anónimos entre las estanterías destinados a animar a quien se encontraba en la tediosa tarea de colocar. Lo consiguió. Lo mismo debieron pensar los que diseñaron la campaña de marketing de Coldplay para el lanzamiento del último disco: Ghost Stories, que convirtió a 9 bibliotecasLEER MÁS

Sí, tenemos muchas anécdotas que contar, tantas que podrían convertirse en una sección fija de este blog. Desde siempre las bibliotecas han sido lugares propicios para que ocurran cosas extraordinarias.     Hemos recibido visitas de perros, gatos, pájaros, arañas, ratoncillos y hasta un alacrán. Hemos servido de localización para el rodaje de algún anuncio, una serie de televisión emitida por Cuatro «¿Hay alguien ahí?»,  un programa de Televisión Española «Página 2″con motivo de la celebración de «Getafe Negro 2012».  Y han sido innumerables las veces que se han rodado planos para prácticas de clase. Maravilloso fue encontrar  libros nuevos entre las estanterías que nunca nadieLEER MÁS