«A Alberto le gusta ir a la biblioteca y disfrutar del silencio, a la directora de su banco le gustan los tacones… Silencio; tacones. Paz; TACONES!!»…Seguro que habéis oído este anuncio y no habéis podido evitar acordaos de ese ruidito tan molesto que se oía mientras estudiabais “Fundamentos de la Administración de Empresas”, o «Álgebra Lineal», por ejemplo. Y es que las bibliotecas, en ciertas épocas del año, se convierten en un sancta sanctorum de silencio y paz mientras vosotros dedicáis todas vuestras fuerzas al estudio.
No obstante, cada vez hacemos un esfuerzo mayor para proporcionaros espacios donde el silencio no sea la norma. Espacios donde podáis relacionaros con los compañeros del grupo de trabajo que os ha tocado, donde podáis disfrutar de exposiciones, seminarios o un taller ….o incluso de un espectáculo, como ocurrió el pasado día 20 de abril en que la biblioteca de Humanidades, Comunicación y Documentación sirvió de escenario para la confesión del Quijote. Esta idea va más allá en otros países donde los “makerspaces” han colonizado las bibliotecas. Son espacios de reunión y creación dónde la biblioteca y sus usuarios (vosotros) se reúnen para elaborar proyectos variopintos: desde el diy más básico con materiales reciclados a la construcción de drones con impresoras 3D. Todo tiene cabida en estos espacios donde el silencio está prohibido.
Así que, Alberto, nos encanta que te guste el silencio, pero esperamos que también aprecies estos nuevos espacios de las bibliotecas.
Imagen: By Sam Howzit – No Heels, CC BY 2.0
Donde hay ruido hay vida…