La Biblioteca, un lugar para jugar

Y si es el juego del ajedrez está más que justificado.  Truman Capote decía «¿No es el juego de ajedrez una actividad artística? Es una escultura mecánica con la que uno crea bellos problemas cuya belleza se construye con la cabeza y con las manos. Ecuación perfecta entre cartesianismo y libertad, espacio reglado y azar, el ajedrez se le impone como un modelo de completud estética para el artista».

Fischer vs Spassky
Contraataque de Fischer a Spassky con un peón a torre 4

 

Ahora tenéis la oportunidad de jugar en la Biblioteca. Dentro de la Semana del libro, entre los días 20 y 23 de abril de este año, se celebrará un torneo de ajedrez en cada uno de los Campus de la Universidad. Y por suerte podremos albergar dos de las competiciones; en Leganés  en la Biblioteca Politécnica y en Getafe en la Biblioteca de Humanidades, Comunicación y Documentación . La verdad es que nos encanta poder abrir nuestro espacio a otros usos que no sean el estudio o la lectura y más tratándose de una actividad tan interesante.

El origen del ajedrez se remonta al siglo VI d.C. en la India bajo el nombre de chaturanga. Sin embargo, investigaciones recientes lo sitúan alrededor del siglo III a.C.  en China. Lo que sí parece cierto es que se difundió por occidente alrededor del siglo X.

Hasta 1851 no se celebraría el primer torneo internacional en Londres y fue tal su popularidad que llevó a la creación del título de campeón del mundo, ganado por primera vez por Wilhelm Steinitz en 1886.

Un prodigio en el mundo del ajedrez fue el cubano José Raúl Capablanca, campeón mundial de 1921 a 1927. Otro hito  en su historia fue la creación de la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) en 1924.

En poco tiempo los rusos  tomaron la delantera en este juego. Después de la revolución rusa, los líderes de la recién formada Unión Soviética promovían la enseñanza del ajedrez a las grandes masas como forma de entrenar la mente y  prepararse para la guerra en tiempo de paz, aprovechando las características estratégicas del juego. Persiguiendo estos fines consiguieron convertirse en  potencia indiscutible en el ajedrez y entre todos sus ajedrecistas destacaron con luz propia Anatoli Karpov y Gary Kaspárov.

Este dominio  sólo se vería interrumpido en 1972, con el apogeo de la guerra fría, cuando el prodigio estadounidense Bobby Fischer se convirtió en campeón al derrotar a Boris Spassky.

En 1993 se produce un cisma en el mundo del ajedrez, Kaspárov se enfrenta a la Federación Internacional de Ajedrez y crea su propia asociación de jugadores, organizando un campeonato del mundo paralelo. Esta situación se mantuvo hasta 2006 cuando Vladímir Krámnik se enfrenta a  Veselin Topalov y consigue el título mundial reunificado.

El presente campeón mundial es el indio  Viswanathan Anand, algo que no puede extrañar si atendemos a los orígenes de este juego/deporte.

Con el tiempo, el duelo entre las máquinas (ordenadores) y el hombre se fue acentuando. Incluso el gran Kaspárov fue derrotado en 1997 por el ordenador Deep Blue aunque el jugador cuestionó mucho esta victoria.

Y es que los ordenadores son una gran competencia.  El primer programa creado para jugar al ajedrez lo realizó Alan Turing en 1951. El ajedrez no es un juego de azar, sino un juego racional, ya que cada jugador decidirá el movimiento de sus piezas en cada turno. El desarrollo del juego es tan complejo que ni siquiera los mejores jugadores o los más potentes ordenadores pueden considerar todas las posibles combinaciones: aunque el juego sólo pueda desarrollarse en un tablero con sólo 64 casillas y 32 piezas, el número de diferentes partidas que pueden jugarse (alrededor de 10 elevado a 123) excede el número de átomos en el universo (alrededor de 10 elevado a 80).

El mundo del cine guarda una relación estrecha con el ajedrez. Curiosa fue la existencia en pleno Hollywood de un club de ajedrez llamado Steiner, nombre del ajedrecista americano que lo fundó. Logró  renombre por el número de personajes famosos que lo frecuentaban, como Humphrey Bogart, Lauren Bacall, José Ferrer o Charles Boyer.

En la Biblioteca tenemos cine y literatura que se relacionan con el ajedrez. Podéis encontrar películas como «En busca de Bobby Fisher», «La defensa Luzhnin», «Jaque al  asesino» y «El séptimo sello».  Y novelas como «La Tabla de Flandes», «El ocho», «Variante Lüneburg» y «La torre herida por el rayo»

Para completar la ambientación sobre el tema podéis asistir a la Conferencia: «Ajedrez y literatura, una larga amistad».  Os sugerimos también la consulta de la bibliografía que hay en la Biblioteca. Quizás consigáis una clave personal para que no os den nunca Jaque mate. Por cierto, esta frase proviene del persa, Shah Mat, y significa «el rey está muerto».

Queda mucho por contar sobre este maravilloso juego. Desde aquí os invitamos a continuarlo… ¡esperamos vuestros comentarios!.

 

 

 

 

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