Ha nacido una estrella: la consagración de Lady Gaga

Que Lady Gaga es una de las artistas más completas de nuestro tiempo no es ninguna
novedad. 9 Premios Grammy avalan a una música que ha compuesto algunos de los himnos
más emblemáticos de varias generaciones: desde ‘Just Dance’ a ‘Million Reasons, pasando por
‘Born This Way’, ‘Bad Romance’ o ‘The Edge of Glory’. Una carrera espectacular desde que se
convirtiera en estrella allá por 2008, cuando era una artista excéntrica que se vestía con
tacones imposibles y trajes de carne cruda.

Su paso a la interpretación estaba predestinado a ser todo un fracaso. Sin embargo, Ryan
Muyphy le hizo un papel a medida en la quinta temporada de American Horror Story, justo
cuando la ama y señora de la serie Jessica Lange abandonaba la antología de terror. Fue todo
un reto para la actriz, que suplió a medias y que se encontró con el afilado cuchillo de los
críticos, deseosos de que Gaga fracasara por ser considerada una intrusa dentro de la
actuación: Ella era cantante, no actriz.

Pero su verdadera oportunidad llegó de la mano de Bradley Cooper el pasado año con Ha
nacido una estrella. Más allá de la anécdota contada un millón de veces sobre las 100 personas
en una sala, Gaga ha demostrado que es capaz de interpretar con la misma magia con la que
canta y compone. Y lo tenía todo en su contra: unos precedentes interpretativos dudosos en
AHS: Hotel; protagonizar una película realizada ya en tres ocasiones por grandes damas de la
interpretación como Janet Gaynor, Judy Garland y Barbra Streisand; un guion escrito y
reescrito en múltiples ocasiones; y ser el debut como director de otro intérprete, que además
sería el coprotagonista. Si la película hubiera sido mala, o incluso mediocre, las críticas seguro
que hubieran sido escalofriantes; pero es que la película está muy alejada de la mediocridad,
siendo uno de los mejores filmes de la temporada pasada.

La historia es la misma que la de sus predecesoras, aunque adaptada a la actualidad. Jackson
es una estrella de la música country que descubre el talento de Ally, una joven cantante de la
cual se enamora. Mientras la carrera de ella despega y se va volviendo cada vez más comercial,
Jackson percibe que sus días de gloria están llegando a su fin y se termina refugiando en el
alcohol. Aunque la trama es la de siempre, la dirección de Cooper hace que la película brille
como si fuera una película nueva y Gaga demuestra que es un portento interpretativo como
pocas veces hemos visto en la primera película de un actor.
El filme se divide en dos partes bien diferenciadas: una primera que aborda la llegada a la fama
de Ally y la historia de amor de los cantantes y una segunda que afronta el declive de Jackson y
el estrellato de Ally. Curiosamente, Gaga no destaca en la segunda, que es cuando más se
acerca a la imagen de estrella del pop que conocemos de ella, sino que brilla de manera
espectacular en la primera: cuando es una desconocida que se enamora y que lucha por ser
cantante. Ahí es cuando Gaga demuestro lo buena actriz que es, además de una increíble
cantante y compositora que ya ha creado dos himnos nuevos: ‘Shallow’, por el que ganó el
Oscar a la Mejor Canción, y ‘Always Remember Us This Way’, la canción más emocional del
filme.

Junto a ella, Cooper destaca también en la que es su mejor interpretación hasta la fecha y que
debió haber sido correspondida con el Oscar al Mejor Actor sin ningún atisbo de duda. Así, ambos actores componen una de las parejas con más química que ha visto el cine contemporáneo (a la altura de Elio y Oliver en Call me by your name o Jack y Rose en Titanic), como ya demostraron en su actuación en la gala de los Premios Oscar del pasado marzo.

Ahora, solo queda esperar que Gaga no dé pasos en falso en su carrera como actriz, pues ya ha
demostrado que poder, puede; y que Cooper continúa con proyectos de esta categoría
alejados del exceso de David O. Russell.

Iñaki Parra Lázaro, alumno UC3M

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