40 años del debut homónimo de Dire Straits

Dire Straits

Dire Straits

Vertigo (1978)

Localízalo en la Biblioteca

 

«¿De verdad el tiempo pone a cada uno en su sitio? En lo que a pop y rock se refiere, cabría discrepar: Dire Straits, un grupo que en los ochenta levantaba las pasiones más exacerbadas y parecía destinado a la más elevada canonización, hoy es un claro ejemplo del significado de anticool (que no molan, vamos). Cualquier despistado que ose elogiarlo en público se expone a un raudo sopapo de desaprobación: hay que ser viejuno, estar fuera de onda o, simplemente, tener un buen gusto a prueba de bomba para defender las bondades de este y otros grupos de los setenta y ochenta. ¿Por qué? Vale, la negación de lo inmediatamente anterior es intrínseca al rock, pero, en perspectiva, Dire Straits fue una banda solvente y divertida, liderada por un tipo que se las ingeniaba para cantar como Bob Dylan y tocar la guitarra como los dioses, con un sonido ajeno a las modas y un don especial para arrastrar a las masas. Prejuicios aparte, Dire Straits podrían gustar a cualquiera, incluso a los modernos más recalcitrantes.»

Miguel Ángel Bargueño (El País)

 

Dire Straits – Sultans of swing

 

Pues a mí me gustan, no me escondo, ya sé que me expongo al escarnio público. Llevo varios años leyendo y escuchando en medios de cierto prestigio cómo se menosprecia y ridiculiza a grupos y artistas a los que se considera ajenos a la modernidad, especialmente de las décadas de los 70 y 80. Grupos que desarrollaban un tipo de pop-rock comercial sin riesgos, y que además se sustentaron en la promoción visual de la MTV y los inicios del compact disc como soporte. Eran los tiempos que les tocó vivir. Quizás Dire Straits no sean un ejemplo de innovación y creatividad, pero consiguieron aportar un sonido bastante reconocible, no exento de calidad, que les otorga un lugar en la historia del rock. Ya veremos qué ocurre con muchos de los modernetes clonados que nos iluminan en la actualidad.

Dire Straits

 

Dire Straits publicó su primer disco en 1978. Eran los tiempos de la efervescencia del punk, la new wave y la música electrónica. Y ellos llegaron con su música clásica y un tanto anacrónica, un sonido contracorriente en el Reino Unido de la época, que buscaba la inspiración en el blues, el country y el decadente rock progresivo. Sus influencias más obvias eran Eric Clapton, Bob Dylan o J.J. Cale.

 

Dire Straits – Down to the waterline

 

El disco funcionó bastante bien en cuanto a ventas, sobre todo gracias a su tema estrella, Sultans of swing. El grupo estableció desde el principio el sonido sencillo y característico que le llevó a ser una de las bandas hegemónicas durante los 80. Mucha culpa de ello es debido a sus excelentes directos y al virtuosismo de su líder, Mark Knopfler.

 

Dire Straits – Water of love

 

Si no te importa que te consideren un viejuno, en la Biblioteca tenemos este clasicazo de los 70, además de otros dos recopilatorios de Dire Straits, The very best of y Sultans of swing.

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