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Lecturas para el verano

Sabemos que la selección de lecturas ante las vacaciones es siempre un asunto delicado: «¿Leer, de verdad? si llevo meses delante de textos, necesito otra cosa», «Pues yo cambiaría el chip, me hace falta una lectura de evasión», «Creo que en verano podría acometer ese novelón al que ya le tengo ganas», «Necesito leer algo bien distinto de mis apuntes y manuales». Como no podemos solucionar estos problemas, dejamos el debate abierto pero vamos a recomendar 10 lecturas de obras recientes, que están disponibles en nuestra biblioteca, que son bien distintas de lo que has estado estudiando.

Allá van:

Hamnet, de Maggie O’Farrell. «Partiendo de la historia familiar de Shakespeare, Maggie O’Farrell transita entre la ficción y la realidad para trazar una hipnótica recreación del suceso que inspiró una de las obras literarias más famosas de todos los tiempos (…) El resultado es una prodigiosa novela que ha cosechado un enorme éxito internacional y confirma a O’Farrell como una de las voces más brillantes de la literatura inglesa actual». (Libros del Asteriode)

 

Castellano, de Lorenzo Silva. «En mis primeros quince años de vida apenas tuve
contacto con más Castilla que la arrollada y aniquilada por la pujanza de la capital que siglos atrás le nació en medio, que poco a poco se fue convirtiendo en otra cosa y que también tiene su historia, pero no es esta. (…) Hay experiencias que por razones inexplicables, pero profundas, se quedan marcadas en el alma y moldean la mente». (Lorenzo Silva)

 

Páradais, de Fernanda Melchor. «Páradais, escrita por Fernanda Melchor, una de las escritoras mexicanas más destacadas de la actualidad, explora la facilidad con la que el deseo puede convertirse en obsesión y, más aún, en violencia, al tiempo que narra la alianza entre los polos opuestos de la sociedad mexicana contemporánea. (Penguin). «Explora la violencia y la desigualdad en esta novela brutal. Lo hace con una destreza técnica deslumbrante, oído absoluto para la oralidad y precisión de neurocirujana para la crueldad. Páradais es un breve e inexorable descenso al infierno.» (Mariana Enríquez)

La red de protección, de Andrea Camilleri.  «El comisario Montalbano iniciará una investigación sobre el mundo de los adolescentes que lo llevará a enfrentarse a la realidad agazapada tras las redes sociales. Entre los misterios del pasado, las incertidumbres del presente y el deseo de protegernos a nosotros y nuestros seres queridos, La red de protección nos sumerge en los problemas más acuciantes de hoy: las nuevas generaciones y sus hábitos, la inmigración, el debate ecológico y los beneficios y las trampas de internet». (Amazon)

La bailarina de San Petersburgo, de Andrés Pérez Domínguez. «Aristócratas nostálgicos de tiempos mejores, revolucionarios ambiciosos, enigmáticas mujeres; Sevilla, París, Moscú, Leningrado; aventuras, pasión, intriga, historia y un amplio abanico de emociones se dan cita en esta fascinante novela, ganadora del premio Albert Jovell, en la que personajes de ficción conviven con quienes protagonizaron una época irrepetible».  (Almuzara)

 

Seis cuatro, de Hideo Yokoyama. «El fenómeno Hideo Yokoyama: fantasías de violencia y muerte en el paraíso japonés.  Novela policial de estilo seco y atmósfera agobiante Seis cuatro suma 650 páginas de una crudeza enunciativa que puede recordar al estilo seco de James Ellroy, y en las que se manifiesta el tema, profundamente japonés, que más preocupa a su autor: «El conflicto entre la organización [el estado, la sociedad, la empresa] y el individuo». (El Mundo)

 

Luz de febrero, de Elizabeth Strout.  «Una novela conmovedora que habla del amor y la pérdida, de la madurez y la soledad, y de esos inesperados instantes de felicidad.» (Traveler). «El paso del tiempo es uno de los temas que, ‘sotto voce’, resuena en esta excelente novela que es, otra vez, una colección de cuentos que tienen un tono compacto, unidos por un ‘dramatis personae’ que parece respirar en la misma onda que su precuela, ‘Olive Kitteridge'» (El Perdiódico)

 

La biblioteca de París, de Janet Skeslien Charles. «Una historia de valentía y traición.  París, 1939. La joven Odile Souchet lo tiene todo: un atractivo novio oficial de policía y un trabajo de ensueño en la Biblioteca Americana de París. Pero cuando estalla la guerra y los nazis marchan sobre París, Odile se expone a perder todo lo que le importa, incluida su querida biblioteca. Sabe que en los momentos difíciles los templos de la cultura peligran porque los libros contienen palabras e ideas prohibidas que deben destruirse. Odile no puede permitir que eso suceda». (Penguin)

La anguila, de Paula Bonet. «Este es un libro sobre el cuerpo. Sobre un cuerpo que ama y es amado. Un cuerpo que también es abusado, violentado a través del sexo y el parto, del aborto y la sangre, de la mugre. Materiales no artísticos en manos de una pintora que escribe, de una escritora que mira. Es el retrato de una mujer que asume los riesgos de mirar atrás sin veladuras y se dirige hacia una vida nueva». (Anagrama)

 

La vida mentirosa de los adultos, de Elena Ferrante. «Pequeña gran historia en los márgenes de La amiga estupenda. Si Dos amigas le sirvió para explorar el drama realista femenino, ambientado en la Nápoles humilde de los años 50 (y posteriores), y demostrar que un género tan denostado precisamente por el protagonismo femenino puede convertirse en obra universal y hablar de “las cosas importantes”, la escritora lo intenta ahora con la novela adolescente.». (Revista GQ)


Nota: la imagen que encabeza este post muestra las fotografías de 9 de los 10 autores de los que hablamos. ¿Sabes cuál es cuál, y por qué vemos 9 retratos pero 10 fotos? Las respuestas, en comentarios 👇

Shock cultural

Aire acondicionado, pantalón corto y un ligero olor a cloro en el ambiente. Llega el verano, con sus largos días y sus calurosas noches, y a todos se nos pasa un mismo pensamiento por la cabeza: vacaciones. Olvidar por unos días las cuatro paredes de la oficina y esas privilegiadas vistas al enladrillado del edificio de en frente. Evadirnos en lugares paradisíacos para desconectar de nuestra habitual rutina. Viajar al lugar más recóndito del planeta.

La aldea global nos espera y nuestro afán por huir de lo cotidiano nos conduce a sitios exóticos buscando contrastes. Australia, Japón, Rusia, La India… Pero, ¿qué sucede cuando la aldea supera lo global? Como señala Mark McCrum en su obra Hacerse el sueco en las antípodas: manual de supervivencia para viajeros despistados, las tradiciones locales no desaparecen con facilidad y cada cultura mantiene peculiaridades que pueden hacer que un viajero provoque un incidente internacional. ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué no se debe sonar uno en público en Japón?, ¿por qué no deberías regalar un abrecartas a un chino? o ¿por qué no es aconsejable guiñarle un ojo a una mujer en Australia? Un acto inocente que pasaría completamente desapercibido en nuestro entorno puede quedar en una divertida anécdota o derivar en un shock cultural que eche a perder nuestros días en el paraíso.

Cada pequeño acto cotidiano se convierte en un acertijo: hablar por teléfono, elegir una comida, usar la entrada o salida correcta de un lugar público, saludar, afirmar o negar, en fin, poder transitar sin trabas ni ansiedades a lo largo de un día de trabajo, estudio o paseo.

Para evitar malentendidos y disfrutar plenamente de nuestra experiencia como turistas sin sentirnos Lost in translation, lo mejor es ser previsores y tener en cuenta las peculiaridades culturales que encontraremos en nuestro destino. Por ello en la Biblioteca de Colmenarejo hemos hecho una selección de materiales que servirán de ayuda para quienes ya han elegido un destino original, para quienes desean conocer nuevos horizontes y para los que prefieren viajar a través de su imaginación.

Y recordad: cuando visitéis una cultura diferente, ¡no os hagáis los suecos!

Dos novelas conversan

Hemos sorprendido una conversación inédita que tuvo lugar entre las estanterías de nuestra colección de literatura este verano. Quedó grabada por las cámaras de seguridad y, aunque hay bastantes interferencias y el sonido no es bueno, se ha podido descifrar algo de lo que hablaron entre sí dos novelas una noche de agosto, sin lectores, con las puertas de la biblioteca cerradas, y a oscuras:
TBnw (Tokio Blues norwegian wood): …así que este verano tampoco te ha sacado nadie en préstamo…
LILDS (La insoportable levedad del ser): Bien, aquí me ves, de modo que no, este verano me toca descansar en la estantería.
TBnw: ¿será por aburrimiento? Perdón, no es por ofender pero ¿no serás una novela aburrida? Vamos, lo digo por el título, no sé, parece que se va a hablar de algo demasiado denso, quizá filosófico, quizá… poco novelesco.
LILDS: no es como para fiarse de las apariencias. En mis páginas, es cierto, se encuentran reflexiones; pero sobre todo es una historia de amor y de las dificultades de los amantes para sobrellevar sus relaciones en un entorno de incomunicación y de falta de libertad política.
TBnw: pues yo te he visto en listas de literatura filosófica.
LILDS: pues yo me he visto en listas de literatura erótica.
TBnw: ¿erótica?
Tomás, un médico mujeriego, conoce a Teresa casi por casualidad y se la lleva a la cama. Tras descubrir que ella no es como las demás (con ella el juego no es el mismo, parece ir más allá del sexo), inician un extraño romance lleno de contradicciones, como las aventuras de Tomás o lo pronto que comienzan a vivir juntos. Este encuentro tan accidentado será el centro de una espiral que obedece a la vez a la malicia del azar y la fatalidad del eterno retorno, y que irá volviéndose cada vez más dolorosa, más insoportable, a medida que vayan entrando personajes como Sabina (la atractiva fotógrafa) o Franz, el amante de ésta, un marido idealista que encuentra el sentido de su matrimonio en la infidelidad.
TBnw: supongo que esa vena erótica la aprovecharon bien en el cine ¿no?
LILDS: ya te vas a enterar tú de lo que significa que te lleven al cine, ya.
TBnw: ja ja, ¿te has enterado de que me llevan al cine este invierno? Vamos a ver qué tal
LILDS: te deseo suerte. Y tampoco es tan malo ir al cine, si te digo la verdad. Es cierto que siempre te extraña verle la cara a tus personajes, y que los recortes del texto duelen como amputaciones, pero por otra parte siempre viene bien salir a la calle y tomar un poco el aire.
TBnw: a mí me llevan al cine en noviembre
LILDS: ah, mira, tiene buena pinta.
TBnw: oye y ¿tu historia también ocurre en 1968, no?
LILDS: ¿también? ¿La tuya también?
TBnw: si pero, claro, en Japón la cosa fue muy distinta a vuestra Primavera de Praga. En mis páginas encontrarás alguna referencia a la vida de los estudiantes universitarios en la época de las revueltas, en la Universidad de Tokio, pero no forman parte de la historia. Aunque los protagonistas son estudiantes universitarios, los que podríamos llamar «el chico» y «la chica» se conocen en clase, y hay unas cuantas escenas en la residencia universitaria. Pero no hay política en el sentido en que se entiende esta palabra.
LILDS: bueno, en mis páginas podrás encontrar referencias a la ocupación soviética, a la represión de los movimientos populares, y sobre todo reflexiones de Tomás, el protagonista, sobre la culpa y la responsabilidad, sobre el no asumir un papel público de protesta, sobre la cobardía y la vergüenza…
TBnw: filosófico, finalmente
LILDS: y erótico

LILDS: este es un tralier de la película, y tú y yo sabemos bien hasta qué punto un trailer es fiel a una película y una película a una novela, pero te sirve para hacerte una idea. Hay sexo, psicología, y política. En la película también.
TBnw: y música ¿Me ha parecido oir a los Beatles? Hey Jude
LILDS: otra cosa que tenemos en común. Los Beatles. Norwegian Wood. Tu título original
TBnw: ¿crees que hay más cosas que tengamos en común? El año 1968, las canciones de los Beatles…
LILDS: … la letra K
TBnw: ¡la letra K en Kundera y en Murakami!
LILDS: …el amor a Kafka
TBnw: Kundera y Murakami, en cierto modo, han escrito sobre Kafka
LILDS: … la eterna candidatura al Nobel
TBnw: y la amistad que nos une, en esta noche de agosto, sin lectores, con las puertas de la biblioteca cerradas, y a oscuras.
LILDS: y la amistad que nos une, en esta noche de agosto, sin lectores, con las puertas de la biblioteca cerradas, y a oscuras.

Honorio Penadés