El equilibrio y el caos en la trastienda de SUS ojos

23 abril 2014

Estimada Carmen:

Hace ya unas semanas que llegaron a mis manos sus “Cuentos completos”. Anteriormente no había tenido oportunidad de leer ninguna de sus obras por lo que comencé a adentrarme en esas historias con gran curiosidad y atención puesto que así podría conocer a una de las más importantes escritoras de nuestro país.

Tras leer algunos de sus cuentos, pude comprender algo más de la sociedad de la posguerra española. Así como esta fue una época difícil, hostil…quizá podríamos decir que imperaba en ella cierto caos…sus cuentos conforman un conjunto de pequeños universos caóticos en donde el lector puede encontrarse con angustias, melancolías o pesares perfectamente palpables entre sus hojas, no llegando a entender, en un principio, por qué algunas de esas historias concluyen con cierto sabor agridulce.

Pero es así, a través de esas narraciones, como se puede vislumbrar su infinita trastienda vital porque, al igual que podemos percibir y conocer a las personas a través de sus ojos, sus libros son aquella herramienta mediante la cual podemos adentrarnos en sus vivencias y experiencias, en sus anhelos y esperanzas…en fin, en todo su universo más interno.

Sus historias no se ponen a salvo, no se evaden ni quieren hacerlo. Son realmente claras y contundentes y leyéndolas es como  podemos escucharla y conocerla (aquellos que no tuvimos la suerte de hacerlo antes) del mismo modo que los que ya saben acerca de usted pueden profundizar y descubrir realidades nuevas en sus relatos.

Collage Gaite
Imagen tomada de la exposición El equilibrio y el caos

Como ya he mencionado anteriormente, puede existir un cierto caos nuboso en las lecturas de sus cuentos, sin embargo, al igual que usted pintaba, pegaba y sobreponía un universo nuevo en muchas de las cosas que le rodeaban y daba así otro sentido, otra vida al objeto inicial, tras acabar de leer sus cuentos se ha producido en mí un próspero collage de reflexiones que, añadidas a sus relatos, dan otro color e imagen a algunos de ellos.

Estas reflexiones son las que me han conducido a ese equilibrio que andaba buscando al comenzar las lecturas y que solo podría encontrar una vez terminadas, asumidas y pensadas. Ese equilibrio emana de las enseñanzas que se ocultan tras la multitud de historias narradas por usted en “Cuentos completos”. Ese equilibrio empieza a aparecer en el momento en el que se comprende que debemos aprovechar y exprimir cada momento de nuestra vida, cuando se entiende y asume que debemos luchar por nuestros objetivos y sueños. El equilibrio también se deja sentir a partir de la idea del otro, ese otro que nos puede aportar gran cantidad de cosas y que, hasta el momento, había sido un auténtico desconocido y a partir de la idea también de vencer a la rutina y hacer que la vida no se convierta en un simple y monótono paseo…Poco a poco, desde mi punto de vista, ese caos inicial va desapareciendo a medida que se interiorizan la gran cantidad de consejos y enseñanzas que se esconden entre esas líneas y que ayudan a lograr el equilibrio ansiado.

No debo entretenerme más. Va a dar comienzo en la Biblioteca de Humanidades de la universidad Carlos III una exposición en su honor y no me gustaría perdérmela.

Así pues, me despido, no sin antes agradecerla todo el legado literario, gráfico y artístico que nos ha dejado tras su marcha.

Atentamente: María Buyo Michel
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Exposición

GretaGarbo2EL EQUILIBRIO Y EL CAOS.

UNA MIRADA AL MUNDOJamesDean2

DE

Carmen Martín Gaite

 

 

 

Más información en nuestro blog “La biblioteca expone”

2 respuestas en “El equilibrio y el caos en la trastienda de SUS ojos

  1. Josefina

    Magnífica Carmen Martín Gaite, una lectura imprescindible. Tiene ese don de los grandes escritores, que cuanto mas hablan de sí mismos, mejor expresan lo que siente cada uno de sus lectores.
    Pero ¿conoceis su faceta de poeta? A mi me gusta muchísimo este poema suyo:

    MADRID LA NUIT
    Echa hilo a la cometa de la noche,
    que aún queda algo de viento.
    Amenazado vives, al raso, crepitando,
    como una hoguera al cierzo,
    gastando tus cartuchos con saña y desafío,
    pólvora en salvas, llama del momento.

    Por el Madrid de Dato y La Caramba,
    del Motín de Esquilache y de Fernando Séptimo,
    por el Madrid del Goya de los fusilamientos,
    de Larra, Espoz y Mina y de Aldecoa,
    Madrid hortera y siniestro,
    vas dando tumbos, recordando historias,
    por calles que eran gentes de apellido compuesto,
    aguantando la noche con quien caiga,

    Con amigos topados a voleo,
    a los que dices «pero no te vayas»,
    «quédate otro ratito por lo menos»,
    y «aquí una copa para la señora»
    a un camarero y otro camarero,
    en locales que cierran aún mas tarde,
    que quedan aún mas lejos,
    zigzag de rutas donde vas gastando
    suela de tus zapatos, palmadas a serenos,

    saliva con que hacer rodar mentiras,
    gestos que se dirían verdaderos,
    mil pesetas ganadas a los chinos,
    alaridos a un taxi, giros del minutero,
    cerillas, labia, risa,
    y el don tan frágil de no haberte muerto.

    …Ya surge el rostro gris del día siguiente
    – muro lívido y terco -.
    Tienes frío,
    estás solo, y hay que esconder el miedo.
    Echa hilo a la cometa de la noche,
    que aún queda algo de viento.

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