Mary Poppins: magia, leyenda, mito, un ensayo de María Tausiet

La institutriz voladora que aterrizaba en el jardín de la familia Banks volvía a los cines en diciembre de 2018 con El regreso de Mary Poppins, dando continuidad —ciertamente aplazada— a la película que produjo Walt Disney en 1964. También el año pasado María Tausiet, doctora en Historia, especialista en historia cultural y autora de numerosos estudios sobre creencias e ideas religiosas, publicaba el ensayo Mary Poppins. Magia, leyenda, mito (Abada Editores).

Con un amplio trabajo de investigación, el libro ofrece sugerentes claves para interpretar la figura que desarrolló entre los años 1934 y 1988, a lo largo de ocho novelas, la escritora Helen Lyndon Goff, conocida como Pamela Lyndon Travers. Apoyado en la idea de que la literatura de Travers no está dirigida especialmente a un público infantil —como la misma autora explicó—, el ensayo analiza los factores subyacentes que se esconden tras las actitudes paradójicas de la institutriz (disciplina y transgresión de las normas, seriedad y ruptura de la lógica) y su relación mágica con el mundo real.

Difícilmente pueden desvincularse las dos versiones del personaje, la Mary Poppins del cine y la de la literatura, desde que esta última alcanzó su mayor fama con la película de Disney. Sin embargo, su aparente ligereza guarda un alcance más profundo: por una parte, se inspira en dos personajes de la literatura fantástica anglosajona, Alicia (1865) y Peter Pan (1904); por otra, la figura creada por P.L. Travers es heredera de diferentes tradiciones que la autora conoció a través de sus investigaciones sobre folclore, religión, mitología, cuentos de hadas de raíz irlandesa y celta, relatos bíblicos y pensamiento hindú, budismo y taoísmo.

Podemos leer en el prólogo, a cargo de José Manuel Pedrosa: La elección de María Tausiet está guiada, salta a la vista, por el olfato y el buen gusto. Porque puede que Mary Poppins no sea capaz de alzar un vuelo tan poderoso –al menos da esa impresión– como el de Superman, o que no haya generado dividendos para la industria tan monstruosos como los de los Skywalker, ni alcanzado la omnipresencia ecuménica de que disfruta Indiana Jones. Ahora bien: lo matizado de su carácter, lo transgresor de sus acciones y lo historiado de sus andanzas hacen fácil concluir que, como personaje de ficción, la institutriz aficionada a volar impulsada por su paraguas sobre los tejados de Londres tiene un contorno más rico, más ambiguo y más maduro que todos los fornidos guerreros que acabamos de mencionar.

Mary no es exactamente un hada, tampoco una maga o una bruja. Más bien, en su personalidad aparecen rasgos de otros mitos conocidos que funcionan como vínculos de conexión entre dos mundos: cielo y tierra, seres humanos, naturaleza y objetos inanimados, realidad y ficción. Esa habilidad para atravesar espacios aparentemente irreconciliables acompaña siempre a la niñera, que se desenvuelve con la misma soltura en distintos barrios de la ciudad, con lenguajes dispares y entre los grupos sociales más opuestos. Tausiet, con un estilo claro y un extenso trabajo bibliográfico que incluye muchas reflexiones de Pamela Travers en artículos y entrevistas, descifra otros aspectos que nos hacen ver el universo de la institutriz con originales matices, desde el viento del este que la trae y el del oeste con el que se marcha—el Céfiro de la tradición griega—, hasta la bolsa portadora de todo tipo de objetos, los enunciados y trabalenguas y su comportamiento con frecuencia indescifrable.

De esta forma, vemos cómo los extraños amigos y parientes de Mary, ancianas vendedoras callejeras y ella misma van difundiendo un mensaje dirigido también a los adultos para pedirles una mirada nada convencional sobre la realidad, una ocasión para ver “el mundo al revés”, para valorar la necesidad mutua de los opuestos, los múltiples aspectos de una misma situación y la conexión de cada cosa con la totalidad, todo ello con un lenguaje en el que los silencios y lo indecible tienen tanta importancia como las palabras («¡No quieras saber más!»).

Por último, llegamos a un capítulo dedicado a explorar la transformación que sufrió la obra original en su adaptación al cine en 1964, aunque como géneros y lenguajes distintos no admitan una comparación exacta. En el guion y las canciones se seleccionaron episodios y pasajes básicamente del primer libro y algunos del segundo, y han dado lugar a un largo debate sobre cuánto del espíritu de Travers mantiene la película. La lectura de este ameno ensayo revela algunas ambigüedades presentes en la producción de Walt Disney y otros elementos más explícitos que introdujo. Por ejemplo, no fue casual que eligiera a Jane Darwel —la actriz que había interpretado a Ma Joad en la versión cinematográfica de Las uvas de la ira— para el papel de la Mujer de los Pájaros, una anciana que encarna todo un mundo de exclusión y pobreza.

La película de 2018 El regreso de Mary Poppins está basada en gran parte en la segunda de las novelas. Cuenta con varias nominaciones a los premios Óscar de la Academia Americana (banda sonora, canción original, diseño de producción, diseño de vestuario) y nos ofrece las simpáticas apariciones de Dick Van Dyke —de nuevo Dawes, en esta ocasión Mr Dawes Jr— y Angela Lansbury.

 

V. Maldonado

 

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