El olvido que seremos, Héctor Abad Faciolince

“El olvido que seremos” es parte de un poema de Jorge Luis Borges que llevaba escrito en un papel y dentro del bolsillo Héctor Abad Gómez el día que fue asesinado.

Es un relato, unas memorias que escribe su hijo Héctor Abad Faciolince después del impacto que le produjo la muerte de su padre, pero tarda casi 20 años en hacerlo, pues necesita este tiempo para ordenarlo y escribirlo y como una necesidad para asumir un hecho tan trágico y tan impactante. Escrito en primera persona con la necesidad de que le reconforte.

El tema principal es la relación con su padre, siempre rodeados del resto de la familia y del marco social e histórico de la Colombia de los años 70 y 80. A su padre le admira mucho y le recuerda como un soporte muy importante de su infancia, es una gran devoción y admiración la que trasmite al hablar de él.

“Yo quería a mi papá con un amor que nunca volvía a sentir hasta que nacieron mis hijos… Yo sentía que a mí nada me podía pasar si estaba con mi papá.”

Su padre, médico de profesión, está muy concienciado en atender necesidades muy básicas de la población más desfavorecida, cuidando más de la prevención que de curar sus enfermedades. Sabe que si se ponen los suficientes medios algunas enfermedades no aparecerán, está muy implicado en la medicina preventiva.

“Para mi papá el médico tenía que investigar, entender las relaciones entre la situación económica y la salud, dejar de ser un brujo para convertirse en un activista social y en un científico.”

Durante toda su vida es un gran luchador de la paz y de la justicia, lo que no le favorecerá, sino todo lo contrario en ocasiones se le vino en contra y tuvo que ausentarse de su país y familia algunas temporadas. Situaciones que narra su hijo con verdadera nostalgia. El verdadero sustento económico de la familia fue su madre.

Toda esta lucha en el momento social que le toco vivir en Colombia desembocó en un final tan trágico como su asesinato.

“Y cómo los médicos de antes, que contraían la peste bubónica, o el cólera, en su desesperado esfuerzo por combatirlas, así mismo cayó Héctor Abad Gómez. Víctima de la peor epidemia, de la peste más aniquiladora que puede padecer una nación: el conflicto armado entre distintos grupos políticos, la delincuencia desquiciada, las explosiones terroristas, los ajustes de cuentas entre mafiosos y narcotraficantes.”

Bien redactado, se lee fácil como una novela trasmite muy bien la situación social del país, la devoción y admiración por su padre y las terribles consecuencias que acaecieron.

En nuestra Biblioteca tenemos ejemplares de este libro y guías de Colombia, país en que se desarrollan principalmente todas estas vivencias.

Rosa Jiménez Villarín

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