Instrumental, de James Rhodes

Instrumental es un libro que da para hablar y también para escuchar. Jame Rhodes, un pianista de éxito nos cuenta en Instrumental su biografía. Las autobiografías son complicadas, porque se da por supuesto que la persona en cuestión tiene que haber tenido una vida excepcional. Y este el caso sin ningún género de dudas. A pesar de su juventud, la vida de este músico no ha sido nada fácil. A los cinco años sufrió abusos y violaciones que continuaron durante muchos años, lo que le llevó a sufrir secuelas no solo físicas sino psicológicas, con trastornos que ni siquiera podíamos imaginar que existían.

“Me utilizaron, me follaron, me destrozaron, me manipularon y me violaron desde los seis años. Una y otra vez durante años y años. Y así fue como pasó”.

Dicho esto, parece una lectura nada apetecible, sin embargo el libro no va de eso, no se centra en el sufrimiento ni en el dolor. Es un libro sobre la superación y la redención. Pero sin tonterías, ni consejos de autoayuda idealistas. Rhodes relata una vida oscura, una montaña rusa de caídas y recaídas, pero también de momentos de extrema lucidez, donde se aprecia una cabeza prodigiosa con un asombroso talento musical y literario. Y en medio de todo esto está la música clásica. “Bach me salvó la vida” –afirma, y es que el libro gira en torno al poder curativo de la música, la música como algo imperecedero y fascinante. Al principio de cada capítulo, el autor aprovecha su relato para contar el significado de ciertas composiciones fetiches para él, ¿quiénes eran Bach y Rajmaninov? Y ¿por qué compusieron semejantes obras musicales? Todo contado a su manera, sin caer en relatos rancios y apolillados.

“En el fondo eran seres profundamente humanos que utilizaban la creación musical para lidiar con su locura. Algunos eran gente espantosa. Chopin, por ejemplo, era un racista, un trepa, un hombre horrible. Que alguien así pueda dejar un legado tan maravilloso y duradero es algo extraordinario”.

James Rhodes no es un concertista al uso, ni es un escritor al uso: “La música clásica me la pone dura”, dice en la primera frase del libro. Y lo cierto es que al final, o incluso antes de acabarlo, y aunque nunca hayas escuchado a Bach, entrarás en Youtube o en Spotify (donde tiene una lista de reproducción) y te pondrás a escuchar La Chacona.

También puedes hacerlo desde la biblioteca, en nuestra sección de CD’s de música clásica y deleitarte mientras lees a James Rhodes.

M.H. Martín

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